La estructura de la Política Nacional de Transportes se basa en el objetivo estratégico nacional: cruzar el umbral del desarrollo antes del final de la década. Para impulsar lo anterior, los ejes son el desarrollo social, asegurando la movilidad de las personas; y el desarrollo económico, a través de la planificación de la infraestructura.
La Política Nacional de Transportes se estructura en dos ejes: infraestructura (desarrollo económico) y movilidad (desarrollo social). Y para cada uno de estos, se definen objetivos, principios e instrumentos.